Galileo, mitos y hechos

Título: Galileo, mitos y hechos.
Autor: Dave Armstrong -11 de mayo de 2006.-
Original en Inglés: Galileo: The Myths and the Facts
Traducción: Alejandro Villarreal -jun. 2008-

Hipótesis:

1. El incidente con Galileo prueba que la Iglesia Católica no es infalible.

2. También muestra que el catolicismo se opone a la ciencia debido a su dogmatismo aristotélico.

Réplica inicial:

Las frecuentes tergiversaciones de las declaraciones de la Iglesia sobre el caso Galileo no derriban la doctrina de la infalibilidad, una vez que los hechos son revisados apropiadamente.

Réplica extensa:

Dave Armstrong es un apologista católico estadounidense, converso del metodismo al catolicismo en 1991 bajo la guía del R. P. John Hardon, S.J. Es autor de varios libros de apologética católica y de artículos que publica en su página en internet. Puede considerársele dentro de la corriente conservadora y de la corriente de la hermenéutica e la continuidad; según sus propias palabras asiste a la Misa tridentina.

La censura al astrónomo Galileo (1564-1642) en 1616 y 1633 podrían ser los más famosos y notorios errores católicos jamás hechos, y el mito favorito de aquellos quienes creen que la religión y la ciencia están inexorablemente en oposición. El dogma católico nunca había preservado el geocentrismo, y Galileo (católico) había sido apoyado por muchos hombres de la Iglesia notables, incluyendo a tres papas. Así, su biógrafo Giorgio de Santillana declaró: «ha sido conocido por mucho tiempo que la mayor parte de los intelectuales de la Iglesia estaban del lado de Galileo, mientras que la más clara oposición venía de las ideas seculares» (The Crime of Galileo, University of Chicago Press, 1955, xii-xiii). Pero los hombres de ciencia se mostraron demasiado confiados y obstinados en proclamar su teoría científica como verdad absoluta, y esto fue un punto importante. San Roberto Belarmino, quien estuvo directamente implicado en la controversia, dejó claro que el heliocentrismo no estaba irreversiblemente condenado, y que una teoría sin comprobar no constituía un hecho inatacable. Belarmino realmente mostraba un entendimiento superior de la naturaleza de la hipótesis científica. Galileo también era científicamente falible, él sostenía que el universo entero giraba en torno al Sol en órbitas circulares (no elípticas), y que las mareas eran provocadas por la rotación de la Tierra. La veracidad del heliocentrismo no fue probado hasta 200 años después. El Papa Juan Pablo II pidió perdón por los errores de la Iglesia, pero el Santo Oficio ya lo había hecho en 1825 y los escritos de Galileo fueron permitidos en 1741.

Nota de B&T: Respecto a este «pedido de perdón», revisar los siguientes análisis del Dr. Antonio Caponnetto en 1. ‘El Perdón de la Iglesia’ y 2. Audio: La Inquisición y el caso Galileo.

Mucho más bochornosos y numerosos fiascos del tipo «Biblia vs. Ciencia» son los pertenecientes al mundo protestante, pero no son muy conocidos. Martín Lutero llamó a Copérnico «astrólogo entrometido» en 1539, apelando a Josué 10: 13 como prueba de que el Sol se mueve. Su sucesor, Philip Melanchton, consideró que Copérnico exhibía una falta de «honestidad y decencia», así como una admiración afanosa hacia la astrología. Juan Calvino «probó» el geocentrismo basado en el Salmo 93: 1, y afirmó que el creer que la Tierra rotaba «podría pervertir el orden de la naturaleza». Francois Turrentin. John Owen y muchos puritanos siguieron su ejemplo. Los filósofos católicos, por otro lado, como Nicolás Oresme (1325-1382) y Nicolás de Cusa (1401-1464) desde hacía mucho postulaban el movimiento terrestre, y la esfericidad de la Tierra había sido enseñada mucho antes por San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino y Dante. La universidad protestante de Tubingen condenó el heliocentrismo del gran astrónomo luterano Johann Kepler (1571-1630) no mucho tiempo antes del incidente con Galileo. Leibinitz, el filósofo luterano (1646-1716) atacó la teoría de la gravedad de Newton.

Nota de B&T: Astrología: Estudio de la influencia que tienen sobre la vida y los acontecimientos humanos la posición y el movimiento de los cuerpos celestes: la astrología se originó en Mesopotamia y se la considera precedente de la astronomía. Astronomía: Ciencia que estudia la constitución de los astros y sus posiciones y movimientos.

Objeción: Pero, ¿Galileo no fue encarcelado y torturado por la Inquisición con la finalidad de obtener la retractación de su teoría?

En 1633 Galileo fue»aprisionado» en el palacio de Niccolini, el embajador del Vaticano en la Toscana, quien admiraba a Galileo, pasó cinco meses con el Arzobispo Piccolomini en Siena y vivió en un ambiente confortable rodeado de sus amigos el resto de su vida (sin embargo, técnicamente bajo «arresto domiciliario»). No existe evidencia que pruebe que haya sido sujeto a tortura o deliberadamente cegado (perdió la visión en 1637).

La Enciclopedia Católica

Transcrito por Carl H. Horst

Traducido por Giovanni E. Reyes

Aún así fue un hombre de iglesia: Nicolás Copérnico quien avanzó la idea de que el sistema solar giraba no en torno a la tierra sino con respecto al sol y que nuestro planeta se mantenía en rotaciones sobre su propio eje. Su trabajo más representativo «De Revolutionibus orblure coelestium«, fue publicado a requerimiento de dos influyentes hombres de la iglesia: el Cardenal Schomberg y del Arzobispo de Culm, Tiedemann Giese. La obra contó con la autorización del Papa Paulo III, a efecto de que -tal y como lo reconoció Copérnico- la obra fuera protegida del casi seguro ataque que iba a enfrentar por los «matemáticos» (filósofos)… Ni Paulo III, ni ninguno de los nueve papas que le siguieron, ni la Congregación de Roma, hicieron ver ninguna alarma… ¿Se puede decir entonces que tanto Paulo V como Urbano VIII estaban tan comprometidos con la doctrina del geocentrismo que la impusieron como algo de fe, a partir de la iglesia, y que la decisión papal no fue cierta? Que ambos papas se mantuvieron contra Copérnico, es claro. Ellos creyeron que el sistema de Copérnico no estaba de acuerdo con la escritura y lo suprimieron. La pregunta, sin embargo, es si alguno de ellos condenó la doctrina ex cathedra. Esto no se hizo por parte de ambos pontífices.

En cuanto al decreto de 1616, hemos visto que fue promulgado por la Congregación del Índice, la cual no tiene ningún problema en cuanto a que se le demuestre su capacidad de falibilidad, este tribunal estaba absolutamente incompetente de hacer un decreto dogmático. Tampoco el caso está alterado por el hecho de que el papa aprobará la decisión de la Congregación in forma communi. Es decir que el propósito fue la prohibición en cuanto a circular los escritos que se consideraron hirientes…

En referencia al segundo juicio, el de 1633, el mismo no tuvo un enfoque tan directo en la doctrina, como en la persona de Galileo, y en su actitud de no mantenerse fuera de la divulgación de las doctrinas copernicanas. La sentencia que se le dio claramente implicaba una condenación a las ideas de Copérnico, pero no se hizo un decreto formal acerca de este punto, y el mismo no tuvo la firma del papa.

(Vol. VI, 1909, «Galileo Galilei,» John Gerard)

Traducción de Alejandro Villarreal de bibliaytradicion.wordpress.com

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