Como defender su convicción a favor de la vida en cinco minutos

Título: Como defender sus convicciones a favor de la vida en cinco minutos.Autor: Scott Klusendorf.
Copyright by Scott Klusendorf. All rights reserved.
Original en Inglés: How to Defend Your Pro-Life Views in 5 Minutes or Less
Traducción: Alejandro Villarreal de Biblia y Tradición, 2008.

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Imagine que sólo tiene cinco minutos para defender en forma cordial sus convicciones a favor de la vida con sus amigos o compañeros de escuela o trabajo. ¿Lo podría hacer con argumentos lógicos? ¿Qué debería decir? ¿Cómo simplificaría el tema del aborto para aquellos que piensan que es totalmente complejo? He aquí tres pasos fáciles para lograrlo:

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1. Aclare el asunto. Los defensores de la vida sostienen que el aborto provocado toma injustamente la vida de un ser humano indefenso. Esto simplifica la controversia del aborto enfocando la atención pública en un solo asunto: ¿El niño en etapa prenatal (no-nacido) es un miembro de la humanidad? Si es así, el asesinarlo por el beneficio de otros es un mal moral muy serio. Esto representa una distinción de trato entre los seres humanos, a su inherente valor moral, tratándolos como un instrumento desechable. Y a la inversa, si los niños en etapa prenatal (no-nacidos) no son humanos, el matarlos por cualquier razón no requiere mayor justificación de la que se necesita para sacarse un diente.

En otras palabras, los argumentos basados en la «libre elección» o la «decisión privada» pierden fuerza. ¿Podría alguien apoyar a una madre que mata a su pequeño hijo en el nombre de la «libre elección»? Si el no nacido es humano, como cualquier niño de un año de edad, no debemos matarlos en el nombre de la libre elección, así como no matamos a los niños ya nacidos. Nuevamente, este debate es acerca de una sola cuestión: ¿Qué es el niño en etapa prenatal (no-nacido)?

En este punto, algunos podrían objetar que tal comparación no es justa, que el matar un feto es moralmente distinto a matar a un niño ya nacido. Sin embargo, ese es el asunto, ¿no es cierto?, ¿son los no-nacidos miembros de la humanidad, como cualquier niño? Este es el asunto que realmente importa.

Recuérdeles a sus críticos que está a favor de la libre elección en el caso de las mujeres y sus diferentes opciones de bienes morales. Apoyamos la libre elección de las mujeres para elegir a su propio doctor, para elegir a su esposo, sus actividades y sus creencias, por nombrar algunas. Sin embargo, algunas elecciones son erróneas, como el matar a un ser humano inocente simplemente por interferir en su camino y por no poder defenderse a sí mismo. No debemos permitir este tipo de alternativas.

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2. Defienda sus convicciones a favor de la vida con ciencia y filosofía. Científicamente, sabemos que desde las etapas más tempranas del desarrollo, el no-nacido es distinto, tiene vida y es completamente humano. Los principales libros de embriología confirman esto (2). Antes de convertirse en defensor del aborto, el ex-presidente de Planned Parenthood (paternidad planeada), Dr. Alan Guttmacher estaba perplejo de que nadie, y mucho menos cualquier médico cuestionara esto. «Esto parece tan simple y evidente que es difícil imaginarse una época en la cual no fuese parte del saber común», escribió en su libro Life in the Making (Vida en el proceso) (3)

Filosóficamente, podemos decir que los embriones están menos desarrollados que los recién nacidos (o que cualquier niño), pero esta diferencia no es moralmente significativa, en el sentido que los defensores del aborto pretenden que sea.

Considere la afirmación de que la capacidad inmediata de auto-conciencia le otorga valor al ser humano. Nótese que esta afirmación no es un argumento, sino una aseveración arbitraria. ¿Porqué es necesario algún grado de desarrollo?, y ¿porqué este particular grado de desarrollo (por ejemplo, el de la actividad cerebral) es más decisivo que otro? Estas son preguntas que los defensores del aborto frecuentemente eluden.

En palabras simples, no hay una diferencia moral significativa entre el embrión que cada quien fue y el adulto que es hoy. Las diferencias de talla, nivel de desarrollo, ámbito y grado de dependencia no son relevantes, como para decir que nadie tuvo derechos como embrión como los tiene en la adultez.

Los embriones son más pequeños que los recién nacidos y los adultos, pero, ¿es esto relevante?, ¿realmente queremos decir que la gente de talla mayor son más humanos que los de menor talla? Los hombres son generalmente más grandes que las mujeres, pero eso no quiere decir que los primeros se merezcan más derechos. La talla no equivale al valor.

Los embriones y fetos están menos desarrollados que cualquier persona. Pero, nuevamente, ¿es esto relevante? Las niñas de cuatro años están menos desarrolladas que las de catorce. ¿Deberían tener más derechos los niños mayores que sus hermanos menores? Algunas personas dicen que la auto-conciencia nos hace humanos. Pero si eso fuese cierto, los recién nacidos no calificarían como verdaderos seres humanos. Los niños de seis semanas de nacidos carecen de la capacidad inmediata para realizar funciones mentales humanas, como los que están en estado coma, los que duermen y aquellos con el mal de Alzheimer.

El lugar físico en que ud. se encuentre no tiene influencia sobre su valor como persona. ¿Su valor cambia cuando cruza una avenida o se cambia de lado en su cama? Si no, ¿cómo puede un viaje de 20 cm. por el canal vaginal cambiar repentinamente la esencia natural del no-nacido, de no-humano a humano? Si el no-nacido no es humano, un cambio de lugar no lo hará más valioso.

Si las aptitudes nos hacen humanos, entonces todos aquellos que dependen de la insulina o de medicamentos para los riñones no son tan valiosos y podemos eliminarlos. Los mellizos siameses (homocigóticos) que comparten su tipo de sangre y órganos internos, tampoco tendrían derecho a la vida.

En resumen, es mucho más razonable sostener que aunque la gente se diferencie enormemente respecto a talentos, logros y grados del desarrollo, ellos son, sin embargo, iguales, porque ellos comparten una naturaleza humana común.

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3. Incentive a sus interlocutores a ser intelectualmente honestos. No se detenga ante preguntas difíciles, hágalas. Cuando los críticos dicen que el nacimiento hace humanos a los no-nacidos, pregunte: ¿Cómo un simple cambio de lugar, del interior del útero al exterior, cambia la naturaleza del no-nacido? Si le contestan que el desarrollo cerebral o la conciencia nos hace humanos, pregúnteles si estarían de acuerdo con Joseph Fletcher en que aquellas personas con IQ (índice intelectual) menor a 20 o 40 no deberían ser considerados personas. Si no, ¿porqué no? Es verdad, algunas personas simplemente ignorarán los razonamientos científicos y filosóficos que se les presenten a favor de la vida, y argumentarán algún interés personal. Esa es la salida fácil. Pero, recuérdeles a sus críticos que si estamos interesados en la verdad, debemos seguir valerosamente los hechos a dondequiera que nos lleven, no importa el costo ni nuestros intereses personales.

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[1] Gregory Koukl, Precious Unborn Human Persons (Lomita: STR Press, 1999) p. 11.

[2] See T.W. Sadler, Langman’s Embryology, 5th ed. (Philadelphia: W.B. Saunders, 1993) p. 3; Keith L. Moore, The Developing Human: Clinically Oriented Embryology (Toronto: B.C. Decker, 1988) p. 2; O’Rahilly, Ronand and Muller, Pabiola, Human Embryology and Teratology, 2nd ed. (New York: Wiley-Liss, 1996) pp. 8, 29.

[3] A. Guttmacher, Life in the Making: The Story of Human Procreation (New York: Viking Press, 1933) p. 3.

[4] Stephen Schwarz, The Moral Question of Abortion (Chicago: Loyola University Press, 1990) p. 18.

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