Mi Parroquia Tradicional

Título: Mi Parroquia Tradicional.
Autor: Dave Armstrong. 26 de febrero de 2007.
Copyright 2007 by Dave Armstrong. All rights reserved.
Original en Inglés: My Traditional Novus Ordo Parish
Traducción: Alejandro Villarreal de Biblia y Tradición, 2008.
GRECA

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Mi comentario intercalado al de Judy Tarjanyi, editor de la sección religión del Toledo Blade. Sus palabras aparecerán en azul.

Mi intención fué la de señalar que también hay Misas Latinas del Novus Ordo y parroquias tradicionales que observan muchas de las cosas que se mencionarán a continuación. Yo he asistido desde hace ocho años a esta Misas en el centro de Detroit, y se que hay por lo menos otras dos por esa área de Detroit. Tristemente son escasas, pero existen, espero y rezo porque aquellos que atienden tanto la Misa del Novus Ordo y la Misa Tridentina eviten los errores del cisma y la falta de fe en la indefectibilidad e infalibilidad de la Iglesia que caracterizan a muchos grupos llamados tradicionalistas en la actualidad.

Mi iglesia también está consagrada a san José, es una catedral de estilo gótico alemán de 1873, con un hermoso estatuario y tallados en madera, incluyendo un magnífico conjunto de catorce estaciones del Vía Crucis, con algunos de los más espléndidos vitrales en el país en mi opinión (con un costo de restauración de trescientos veinticinco mil dólares), hay tres admirables ventanales justo arriba del altar.

Comentaré brevemente los puntos expuestos:

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DA: Dave Armstrong ………. JT: Judy Tarjanyi

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JT: El primer signo de que hay algo diferente en la Iglesia de San José, en las calles de Locust y Erie, es una petición muy cortés colgada en la puerta, que exhorta a los visitantes para que premanezcan en silencio por respeto al Santísimo Sacramento.

DA: Esto se observa siempre en nuestra iglesia, incluso sin necesidad de un letrero.

JT: Dentro, las hostias consagradas en la Misa permanecen todavía en un tabernáculo, situado en la parte principal de la iglesia.

DA: Nuestro tabernáculo está ornamentado con oro y colocado en el centro del espléndido altar dorado.

JT: Los devotos realizan una genuflexión antes de sentarse y se espera que se abstengan de socializar mientras permanecen ahí.

DA: Esto también se observa en mi iglesia. Mis hijos, de seis y ocho años, realizan muy bien sus genuflexiones y se sientan en la segunda fila, y saben bien que deben permanecer en silencio en la iglesia (mi hijo de dos años aún lo está aprendiendo).

JT: Una vez que la Misa comienza, hay otras características que distinguen a esta iglesia y la colocan aparte en esta época de finales del siglo XX en el catolicismo norteamericano. El sacerdote aún oficia de frente al altar, con los fieles a su espalda.

DA: Esto también se hace en nuestra Misa Latina.

JT: La comunión se toma de rodillas en el reclinatoro.

DA: Hacemos esto en todas nuestras misas. Y el noventa y nueve por ciento de los parroquianos recibe la comunión en la lengua. Cuando voy a otras iglesias, siempre hago una inclinación de cabeza antes de recibir la comunión, y trato, en lo posible, recibirla del sacerdote y en la lengua.

JT: La comunión es repartida únicamente por el sacerdote, asistido por servidores del altar varones vestidos con sotanas negras y roquete o sobrepelliz blanco.

DA: También hacemos esto, y nunca se permite a la mujeres servir en la eucaristía.

JT: No hay un «signo de la paz» o intercambio de apretones de mano y sonrisas que precedan a la comunión.

DA: Nosotros también omitimos esto.

JT: Aunque la iglesia de san José es en muchos aspectos similar a la situación que precedió la reforma del Concilio Vaticano II, las bancas de la iglesia están llenas, y no sólo con nostálgicos católicos veteranos. Familias jóvenes, muchas de las cuales nunca conocieron las celebraciones antes del CVII de sus padres y abuelos, asisten aquí en una atmósfera de reverencia y devoción, a las Misas Latinas en el último domingo de cada mes y los jueves en la tarde.

DA: Nosotros tenemos Misa Latina todos lo días de la semana, seguida de la Bendición.

JT: La iglesia de San José atrae a la gente que gusta de las tradiciones del pasado, pero no se quedaron en el pasado, dice Chris Scarlett, madre de familia de 39 años, que asiste a la parroquia y maneja cada semana desde Maumee con su esposo Bob y sus hijos. La señora Scarlett dice que lo que ella disfruta de la Iglesia es la manera en que se preserva lo mejor del pasado y lo mezcla con lo bueno del presente. «Es una especie de iglesia clásica, en el sentido en que retienes lo que sirve y descartas lo que no, estamos abiertos a las cosas buenas sin seguir las modas.»

DA: Suena bastante a nuestra iglesia.

JT: Localizada en un vecindario humilde, en el corazón de la parte norte de Toledo, la iglesia de San José fué establecida como una parroquia misionera en 1854 para servir a las familias francesas.

DA: Nuestra iglesia está en el centro de Detroit y comenzó como una iglesia para los inmigrantes alemanes. La primera parroquia en Detroit, santa Ana (a unas cuatro millas de la nuestra), era originalmente francesa, por supuesto, habiendo sido fundado Detroit por el francés Antoine Cadillac en 1701. Por cierto, Detroit significa estrecho en francés, ya que el río Detroit es realmente estrecho, entre los lagos Erie y St. Clair.

JT: Cuando los cambios barrieron con otras iglesias en la Diócesis Católica de Toledo, después del Concilio Vaticano II, la iglesia de san José retuvo su sabor tradicional, dice el actual párroco, Reverendo Stephen Majoros.

DA: Como en la nuestra. Sin arte moderno mediocre, torpe e insípido en nuestra iglesia. Tenemos todo que estaba presente antes de que los filisteos litúrgicos comenzaran «a violar» iglesias y estropear todo.

JT: Mientras que otras iglesias removieron los reclinatorios para la comunión, cambiaron los altares por otros en los que el sacerdote pudiera ver a la audiencia, reubicaron el tabernáculo a uno de los lados de las capillas, cerraron o remodelaron los confesionarios, la iglesia de san José invirtió sus recursos en dar mantenimiento y restauración a lo que ya estaba ahí.

DA: También nuestra iglesia.

JT: En la iglesia de san José, el coro todavía canta en la galería posterior del edificio.

DA: También el nuestro. Tenemos magníficas Misas de Pascua y de Navidad, con orquesta y coro representando obras de Mozart y otros autores.

JT: Las estatuas permanecen es su sitio.

DA: Nosotros tenemos alrededor de treinta.

JT: Y frecuentemente hay gente esperando en fila para confesarse antes de Misa.

DA: En la nuestra no son tantos, pero sí he observado esto en la Gruta de la Asunción, una parroquia del mismo parecer a unas ochos millas de la nuestra, en donde muchos de mis amigos asisten, y donde Fr. John A. Hardon, S. J. (mi mentor en la fe) recientemente residió.

JT: En donde incluso durante el oficio de las Misas en lengua vernácula se utilizan textos e himnos en latín.

DA: En la nuestra también.

JT: Los que han hecho de la iglesia de san José su iglesia habitual, vienen de todos lados: Perrysburg, Maumee, Rossford, Wauseon, Fayette, Custar, Bellevue y Pemberville al noroeste de Ohio y Palmyra al sureste de Michigan. «Es una especie de imán parroquial para las personas de mente tradicional», dice el padre Majoros. Aún así, permanece como un secreto bien guardado que es esparcido de boca en boca.

DA: Nosotros tenemos miembros e invitados de todas partes, también.

JT: Algunos parroquianos y asistentes a la iglesia de san José han dejado sus propias parroquias debido a que los sacerdotes predican cosas que no están dentro de la enseñanza de la Iglesia o sacerdotes que han cambiado las oraciones y rúbricas de su querida Misa.

DA: Nunca he presenciado un abuso de ese tipo en mi iglesia.

JT: El residente de Toledo de sesenta y nueve años, Dick Torio, dice que se molestó porque las iglesias, por ejemplo, omitieran el rezo del Credo en la Misa, o que predicaran de manera que marginaban la Biblia o que lesionaran las enseñanzas de la Iglesia.

DA: Si, es abominable. Y los laicos católicos tienen el derecho de reprender al sacerdote que son negligentes con sus deberes. Esto debe ser hecho respetuosamente, por supuesto, pero esos abusos innegables e inexcusables no deben quedar sin respuesta. Mi iglesia ha sido excelente y ortodoxa y nunca he tenido que confrontar con esos deberes implacenteros, pero, por supuesto que hablo de muchos de estos abusos en la práctica y enseñanza en mi sitio de internet. Abordo integralmente el espectro teológico con igual rigor.

JT: El Padre Majoros sabe, por supuesto, que entre la gente a la que predica están los más fieles a Roma, que aplauden los pronunciamientos Juan Pablo II más que estar en desacuerdo con éstos.

DA: Distinto a algunos de la FSSPX y otros «tradicionalistas» que regularmente me escriben, afrimando que yo soy un ardiente modernista porque soy obediente con el Papa (se ríe), incluso cuando él no está utilizando su prerrogativa de magisterio extraordinario e infalibilidad. Un concepto nuevo para ellos, supongo…

JT: «Nos consideramos católicos ortodoxos», dice la señora Scarlett, «eso significa que seguimos las enseñanzas de la Iglesia sean difíciles o fáciles, Cuando la Iglesia habla, no nos sentamos a discutir si la seguiremos o no. Sólo es parte de nuestra fe»

DA: Por supuesto, excepto, (de nuevo) de aquellos tradicionalistas que desprecian el ecumenismo y las enseñanzas del CVII haciendo énfasis en la libertad religiosa. Ellos encuentran esas enseñanzas de la Iglesia difíciles y se sienten en la libertad de disentir con éstas de un modo no-católico, ejercitando solamente su juicio privado y desobediencia.

[Nota del Traductor:

De Dignitatis Humanae acerca de la «libertad religiosa»:

«Esta libertad consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con otros, dentro de los límites debidos»

«Creemos que esta única y verdadera religión subsiste en la Iglesia Católica y Apostólica, a la cual el Señor Jesús confió la misión de difundirla a todos los hombres…»]

JT: A pesar de que asisten muchos niños a la iglesia de san José, ésta no tiene guardería. «Una guardería es un corral para aprender malos hábitos en la iglesia», dice el Padre Majoros, y agrega, «una guardería divide a las familias». El Padre recomienda a los padres de familia que se sienten con sus niños en la parte frontal de la iglesia para que puedan ver lo que pasa.

DA: Nosotros tampoco tenemos guarderías, pero debo admitir que no me opondría totalmente a éstas, sobre todo cuando asiste un niño gruñón y desobediente de dos años. De los tres a los cuatro años, pienso que los niños pueden aprender el comportamiento correcto dentro de la iglesia. Como he dicho, nosotros nos sentamos en la segunda fila y a mis niños les encanta.

JT: A la sra. Scarlett también le gusta el hecho de que los saludos de mano no se acostumbran antes de la consagración. «Me gusta mantener la atención en que Jesús ha bajado del cielo y nosotros estamos a punto de recibirlo»

DA: Por supuesto, esto interrumpe la reverencia propia del momento, en mi opinión, creo que esa fué la intención de los peores liberales anti-tradicionales (quizás inconscientemente) El mejor lugar para los saludos y los abrazos es fuera de la iglesia, en donde los feligreses deberían socializar y conocerse a fondo, como integrantes de una comunidad, y no sólo como un ejercicio liberal para «sentirse bien» de camaradería superficial (como es común e innecesario). Soy afectuoso y sociable como cualquier persona, pero también prefiero las expresiones genuinas de fraternidad y no las forzadas.

Pero la teología liberal, así como la política liberal, es con frecuencia meramente simbólica y sin sustancia. El saludo de la paz, como es llevado a cabo en muchas iglesias católicas, me recuerda esa mentalidad. Fué la intención (por alguna razón así estoy convencido) de socavar la reverencia y el énfasis en el Cuerpo de Cristo. Todo esto en el ámbito de la mala aplicación del Concilio Vaticano II y no la legítima aplicación de un supuesto Concilio radical y anti-tradicional (como se nos dice por parte de los auto-designados superiores tradicionalistas)

JT: El sr. Fernandes dijo a su ministro, el finado Monseñor Lawrence Mossing, que en realidad no había necesidad de cambiar lo que no necesitaba ser cambiado. «Y en San José se ha tenido esta tradición. Esta es la única parroquia en la diócesis en donde las normas del Concilio Vaticano II para celebrar Misa fueron seguidas como fue la intención.»

DA: Es una lástima. Esto muestra la magnitud de la crisis modernista que la Iglesia enfrenta. Pero la Iglesia saldrá victoriosa como siempre lo ha hecho. Son signos de que está proliferando. La fe en las promesas de Dios es lo que distingue a los católicos ortodoxos quienes gustan de las tradiciones litúrgicas y doctrinales de los tradicionalistas, quienes son realmente cismáticos, si no formalmente, muchas veces en espíritu o en suposiciones anti-católicas.

JT: El sr. Fernandes, quien está en el programa de ministros de la diócesis y espera llegar a ser diácono, explica que está convencido, basado en sus estudios sobre los documentos del Concilio Vaticano II, que muchos cambios hechos bajo el amparo del CVII son opcionales, no obligatorios o resultado de malas interpetaciones.

DA: Por supuesto, como lo he declarado.

JT: El Dr. Schmakel, de 51 años, un optometrista de Toledo (Ohio) y padre de tres, quien dirige el coro familiar de la parroquia, está de acuerdo: «Muchas iglesias se fueron por la borda debido a sus interpretaciones erróneas del CVII. Se deshicieron del latín, del Canto Gregoriano y de todas las tradiciones excelentes»

DA: El Concilio Vaticano II dictó que el latín debía ser conservado. Pero cierta gente tenía otras agendas, como sabemos…

JT: El sr. Fernandes agrega, el CVII previó la continuación del Latín y el Canto Gregoriano. El Padre Majoros dice que eso es correcto. El documento del concilio sobre la liturgia favorece el uso del Latín en la Misa, dice. «Es nuestra herencia. No debemos enterrar nuestra herencia»

DA: Si. Amén.

JT: Aunque otras iglesias de la diócesis celebran la Misa en Latín ocasionalmente, en San José se la tiene como la única a celebrar frecuentemente.

DA: Como he dicho, nosotros la tenemos cada domingo a las 10:30. Recomiendo la Misa Latina (cualquier versión) para todos. Y esto viene de una persona muy poco acostumbrada a la liturgia antes de los treinta y dos años. Como protestante, acostumbraba ir a la iglesia en donde cantaban música rock de la Revolución de Jesús, a principios de los años setenta, en donde teníamos a un tipo que imitaba el «periodo cristiano» de Bob Dylan… (se ríe) No niego que hay un lugar para ello también (disfruto la música), pero no durante la Misa.

[Nota del Traductor: El texto original en inglés continúa tratando otros tópicos relacionados con la Misa en Latín. La parte del testimonio más interesante es el que reporto aquí]

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